fbpx

En la semana del lanzamiento del último iPhone, quisiera animarte a tomar un viaje al pasado, específicamente a la Grecia Clásica, para tomar unos consejos que nos serán de gran ayuda en la vida moderna. Aquellos de ustedes que han estado leyendo mis posts por un tiempo saben que soy un amante de la historia, y en mi lectura siempre me fascina encontrar esas revelaciones del pasado que nos ayudan a manejar situaciones de la vida actual, moderna y digital. Entonces, veamos cómo puede Aristóteles ayudar con tu iPhone.

 

Tabla de contenidos

¿Aristóteles y el iPhone?

 

Hay una famosa frase de Aristóteles que normalmente uso en mis seminarios: “No puedo cambiar la dirección del viento, pero si ajustar mis velas.” Él está estimulando la proactividad, una actitud entusiasta en el mundo. Si estás quejándote acerca de las interrupciones de tus colegas, entonces te estarás quejando del viento. No hay nada que puedas hacer para modificar el viento, va más allá de lo que puedes controlar. Pero no eres indefenso, ahora bien ¿Cómo hacemos para que las velas vayan en otra dirección?

¿Qué tal si trabajas desde casa? ¿O en tu laptop desde una cafetería? O quizás configuras los correos de tus clientes para trabajar sin internet ¿Sólo verás tus nuevos correos cuanto estés listo? No te victimices.

 

“Télico y Atélico”

 

Recientemente me encontré con otra idea de nuestro Aristóteles que me dejó en shock, particularmente resonaba en mi mente la manera en la que distribuimos nuestro tiempo, y creamos un balance sano entre lo que es hacer y ser.

Cuando pensamos acerca de las cosas a las que nos dedicamos cada día, Aristóteles hace una distinción entre dos tipos: las que son actividades “telic”, proviene de la palabra griega “telos” o “propósito”. Estas actividades tienen siempre un estado enfocado en su finalidad, el punto de ellas es el cumplimiento de alguna meta.

Leer un artículo, finalizar la presentación de alguna conferencia, comprar un carro nuevo. En cada caso estamos trabajando en dirección hacia el cumplimiento de algo, y una vez que lo logramos, podemos darlo por terminado. Pudieras hacerlo de nuevo, pero solo si estás realmente interesado en repetir el resultado.

También están las actividades “Atelic”, que son esas cosas con las que nos involucramos, pero no tienen un propósito en particular. Cuando estás pasando tiempo con tus amigos y tu familia, no estás orientado hacia una meta. En algún punto tu dejarás de hacerlo, pero eso no significa que no hay más nada que hacer con respecto a eso.

 

¿Y en que se enfoca GTD?

 

El trabajo que hacemos en GTD® está enfocado primordialmente en tu mundo télico. En identificar y manejar nuevas acciones y resultados, ayudando a optimizar nuestro ser télico. Y eso no es algo malo. Los logros hay que disfrutarlos, y básicamente nos pagan por ser seres télicos después de todo.

Pero nosotros no somos seres exclusivamente télicos. David Allen dice: “Tú haces tu trabajo, pero tú no eres tu trabajo.”

Y es acá donde GTD® te brinda las dos piezas del modelo de Aristóteles juntas. Si quieres ser alguien completamente atélico, sin distracciones mentales, necesitas tener tu mundo télico totalmente apagado en tu mente. Y eso es exactamente lo que hace GTD® , optimiza el télico y te permite entrar en el atélico.

Así que la próxima vez que reflexiones acerca de qué si tu vida está o no correctamente balanceada, reflexiona en lo que dijo Aristóteles y en su relación con el iPhone. Hay mucho más en la vida que las cosas que están en tus listas.

Te invitamos a leer: ¿Sabes el tiempo que se pierde haciendo listas To-Do?