La presencia física no siempre equivale a la presencia mental. Puedes estar sentado en tu escritorio y aun así estar más preocupado por una reparación en el hogar que por la tarea que realizas; o podrías estar en la mesa de la cocina pensando más en la propuesta que tienes que terminar que en las personas con las que estás cenando. De allí la importancia en las transiciones adecuadas y asertivas del “modo de trabajo” al “modo personal”. Y para conseguir estas transiciones trabajando desde casa hay que hacer un esfuerzo aún mayor, consciente e intencional ya que no tienes ese cambio natural de las señales de contexto. Entonces, ¿Cómo hacer la transición entre el tiempo laboral y el tiempo personal? Aquí te traemos algunas ideas para estar menos distraído y más presente, ya sea que estés trabajando o disfrutando del tiempo personal.
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Tener una rutina inicial de trabajo
Puedes hacer ciertas cosas de la misma manera cada mañana, incluso si trabajas desde casa. Tal vez sea poner los platos en el lavavajillas, apagar las luces encendidas en la casa, tomar una taza de café y luego sentarse frente a la computadora. Tal vez hacer un entrenamiento rápido, ducharse y luego revisar el correo electrónico. Sea lo que sea que funcione para ti, intenta realizar estas actividades de la misma manera todos los días. El punto detrás de esto es preparar a tu mente para el momento de “trabajar”.
Hacer un plan
Para aumentar tu productividad y enfoque tanto en el trabajo como en la vida fuera del trabajo, ten un plan para el día. Eso incluye saber la hora de tus reuniones, decidir en qué proyectos trabajarás y tener claro cuándo harás tareas como responder correo electrónico. También podrías tener un plan (sin que sea estricto) para tus noches en términos de lo que te gustaría hacer para relajarte. Saber que todo tiene un lugar, así como un momento durante la jornada laboral o en tu vida y espacio personal, te ayuda a no tener que trabajar durante el tiempo personal o viceversa.
Los momentos más comunes en que las personas hacen estos planes diarios son por la mañana al comienzo del día o por la noche antes de acostarse. Elige el momento que sea mejor para ti y luego coloca un recordatorio recurrente en tu calendario para ayudarte a desarrollar el hábito.
Priorizar tu comunicación
Es comprensible que necesites tener alguna comunicación personal durante el horario laboral y algo de comunicación profesional fuera del horario laboral. Pero prioriza la comunicación en función del contexto. Durante las horas en las que desees concentrarte en el trabajo, intenta reducir la comunicación personal. Mantente alejado del correo electrónico del trabajo y sólo responda llamadas y mensajes de texto del trabajo por la noche si son absolutamente necesarios. Esto te ayudará a mantenerte significativamente comprometido tanto en tu vida profesional como en tu vida personal.
Establecer una rutina de revisión
Para asegurarte de que puedes estar completamente libre más tarde en la noche, crea una rutina de revisión al menos 30 minutos antes de terminar el trabajo. Esto podría incluir hacer una verificación final para asegurarte de que todos los correos electrónicos críticos tengan una respuesta, revisar tu lista de tareas para saber que has completado lo esencial y, si te das cuenta de que tendrás que trabajar más tarde en la noche, decidas exactamente qué completarás y cuándo.
El enfoque requiere un esfuerzo intencional y puede resultar difícil a veces, especialmente en medio de una incertidumbre masiva. Pero siguiendo estos consejos, es posible estar presente la mayor parte del tiempo cuando estés trabajando o no.