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El pensamiento estratégico, la imaginación y el análisis requieren de la tranquilidad de no usar la mente para recordar.

Tu mente es un órgano increíblemente capaz. Puede almacenar una cantidad extraordinaria de información. “Nuestras nuevas medidas de la capacidad de memoria del cerebro aumentan estimaciones conservadoras en un factor de 10 a por lo menos un petabyte,” (que es igual a un millón de gigabytes), dice Terry Sejnowski, profesor en el Instituto Salk en La Jolla, California.

Sin embargo, se ha probado que la cantidad de tareas que tu mente puede priorizar es solamente cuatro, por lo que es muy fácil olvidarse de ciertos detalles, como también de una tarea en su totalidad, al darle más importancia a otras. Cuando esto sucede, estás utilizando tu cerebro como una oficina: tratando de administrar distintas áreas como si pudieran ser interdependientes. Sin embargo, así no funciona la mente humana; aunque puede recordar muchas cosas, es falible al organizarse y estructurar una lista imaginaria de nuestras tareas. Estas circunstancias hacen imperativo tener una metodología de organización.

A esto precisamente responde Getting Things Done, a nuestra incapacidad de mantenernos al tanto con todo lo que ocurre en nuestra vida. Esta metodología nos puede ayudar a mantenernos organizados, a mantener una mente despejada del caos de la vida, para optimizar nuestra productividad y tener más tiempo libre para otros asuntos.

¿Has sentido alguna vez que tu mente se está oxidando por no usarse para asuntos retadores y creativos? ¡Coméntanos tu opinión!

 

 

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