En la web de Psychology Today, que este mes dedica su portada a ‘Perdonarte a ti mismo’, un interesante artículo publicado por el Dr. Srini Pilay, profesor de la Harvard Medical School: “¿Estás fatigado y quemado? La inflamación puede ser clave“. El 60% de los estadounidenses (y en Europa está pasando lo mismo) sufren de un alto nivel de estrés, según un estudio de la Asociación de Psicólogos Americanos del 2021. Entonces, ¿Estás irritado, cansado o quemado?
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Falta de interés, de motivación, de energía y de esfuerzo:
- El 36% de los empleados muestra debilidad cognitiva,
- El 32% se siente exhausto emocionalmente y
- El 44% sufre de fatiga cró
Pilay se hace eco de un estudio sobre el “cerebro pandémico”, elaborado por el Hospital General de Massachussets, el Kings College de Londres y el Centro de Investigación Biomédica de Maudsley, entre otros.
Individuos sanos tras el confinamiento han experimentado niveles más altos de dos inflamatorios: TSPO y myoinositol, lo que genera alteración del estado de ánimo y fatiga mental; es Inflamación cerebral por aislamiento. El confinamiento y amenaza social percibida provocan pérdida de memoria y disfunción inmune, cuando no ansiedad.
¿Qué podemos hacer para combatir esto?
- Conviene estar con quien te sienta bien.
- Alimentación sana.
- Contacto con la naturaleza.
- Ejercicio físico
No busquemos desvíos que no funcionan. Se trata de revertir la situación desde la Felicidad.
En otro orden de ideas, pero apuntando al mismo tema, tenemos el estudio sobre “Tecnoansiedad” del Dr. Morton Shaevitz, profesor de psiquiatría en la Universidad de California San Diego.
En algún momento percibimos que el teletrabajo, aunque obligado, ofrecía ventajas:
- flexibilidad,
- menos atascos,
- posibilidades creativas de comunicación.
Sin embargo, nos hemos pasado al otro extremo: se habla de pasar hasta 14 horas diarias promedio frente a las pantallas.
Shaevitz nos propone cinco soluciones:
- Tener un plan de contingencia (backup plan) por si falla la tecnología
- Invertir en tecnología (internet, por ejemplo) para que te falle lo menos posible.
- Convertirte en una mejor versión de ti
- No es el fin del mundo si algo falla.
- Pensar que la tecnología ayuda, aunque algo falle.
En unos momentos en los que, por la pandemia, entre el 50% y el 70% de las personas pueden sufrir problemas de salud mental, conseguir soluciones desde distintas perspectivas, es un alivio.
“Fatiga pandémica”
Precisamente la OMS (Organización Mundial de la Salud) ha puesto el nombre de “fatiga pandémica” a la respuesta al estrés de buena parte de la población. Se ha demostrado que cuanta más fatiga hay:
- más cansancio,
- agotamiento y
- emociones negativas o desagradables se sienten.
Y esto se traduce en:
- estar más irritables,
- pelear con tus compañeros de equipo,
- con tu jefe.
Todo esto va creando más fatiga por nervios, por preocupaciones, peleas… además estamos más triste y más nerviosos. Un sentimiento de tristeza y agobio que tiende a empeorar nuestra salud.
Mihalyi Csikzentmihalyi, padre de la Psicología Positiva junto a Martin Seligman, acuñó el concepto de “Flow” (Fluidez):
Esa zona entre el aburrimiento y la ansiedad en la que nos marcamos retos (inspiradores, motivadores) y elevamos nuestras capacidades a través del compromiso a la altura de esos desafíos. Si no hay reto, nos aburrimos; si el reto es inmenso, sufrimos de ansiedad.
Debemos saber ubicarnos en aquellos lugares que podamos aprender, usar nuestras habilidades para pensar “out of de box” y ser creativos.
Igualmente protegernos durante los momentos fuertes de ansiedad y depresión.
En pocas palabras, “FLOW”: saber movernos en esa corriente a veces torrencial y violenta, pero en otros momentos placentera y tranquila.
Porque de eso se trata la vida: sentirnos protagonistas y no víctimas.