El equilibrio entre el trabajo y la familia nunca ha sido fácil, pero la pandemia mundial ha dado lugar a toda una serie de nuevos desafíos. Y no hay nada más retador que encontrar la forma de hacer divertido algo que, a primera vista no lo es. Pero con un poco de imaginación y conocimiento de tu audiencia, es posible lograr cosas inimaginables. Como por ejemplo, jugar a la oficina.
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Si estás te estás esforzando en ser más productivo…
Considera establecer límites para ti y tu familia. Por ejemplo, puedes dejarles claro cuándo estás dentro y fuera del horario de trabajo, tratando de permanecer fuera del área de la oficina durante tu tiempo “en casa”.
Quedarte allí en hora de familia es una invitación tácita a interrumpirte cuando ellos quieran. Y eso es parte del problema. Expresar de manera clara y concisa cuando estas en modo “trabajo” enviará el mensaje de que estás ocupado y necesitas calma, tranquilidad y no-interrupciones evitables durante ese tiempo.
Se transparente.
Si surge algo urgente (y con seguridad surgirá en algún momento), se transparente con Tu familia sobre las razones por las que necesitas invertir horas extras… ¡y discúlpate! No quieres que tus hijos y tu cónyuge piensen que estás eligiendo el trabajo en lugar de ellos. Hazlos partícipes de la necesidad de re invertir ese tiempo adicional en el asunto que acaba de llegar. Y, sobre todo, no asumas que ellos lo saben… porque no es así.
Considera colocar carteles en su área de trabajo.
Para evitar interrupciones durante tu “modo de trabajo”. Una señal roja puede significar que sólo puedes ser interrumpido si hay una emergencia. Una señal amarilla podría indicar que una breve interrupción está bien si es urgente. Y la verde dice que pueden entrar y tal vez trabajar a tu lado tranquilamente, pero sin distraerte. Y esta estrategia es igualmente válida si trabajas en un sitio de oficina abierta. Tu casa es más familiar que una oficina abierta; así que es posible que te encuentres en situaciones donde enviar esos mensajes es de importante para ti y, en estos casos, para tu familia.
Hay algunas otras ideas que me han sido útiles.
Cuando estoy trabajando en algo importante que requiere gran ancho de banda mental (es decir, no quiero ser interrumpido), uso mis audífonos de reducción de sonido; pero no porque sean mejores sino porque son más visibles para mi familia: si tengo esos audífonos, todos sabes que no puedo ser interrumpido.
Hay situaciones en las que uso mis audífonos ligeros y en esos casos, sólo pueden hacerme llegar notas indicándome el asunto… A los niños les encanta la tarea de escribir eso que quieren hacerme llegar. Y les asigno unas hojas de diferente color… Y si mi puerta está cerrada porque estoy en una reunión, les invito a pegar esos papelitos de colores en la puerta…. lo que revisaré de manera formal y seria al terminar mi reunión.
¡Y eso no sólo funciona con los niños! y ustedes saben a qué me refiero!!!
Y eso lo llamamos JUGAR A LA OFICINA …
Cuando acordamos jugar a la oficina, todos saben las reglas del juego. Otra idea es publicitar abiertamente cuando ha terminado el “modo de trabajo” al final del día. ¡Esa es la gran noticia que la familia espera con ansiedad! Así que hazle publicidad y comparte ese impacto emocional de que ya estas 100% disponible para ellos. Nada mejor que el mercadeo dirigido a una audiencia que te adora…
Tener límites claros puede hacer que las circunstancias imposibles en las que muchos padres trabajan sean un poco más manejables. ¡Y para los niños, es divertido, mucho más divertido que recibir órdenes!
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