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¿Permites que tus empleados te den su opinión?
Muchas veces creemos que nuestros empleados no quieren participar en dar insumo para mejorar ciertos aspectos del trabajo. Razones aludidas para este comportamiento incluyen estar demasiado ocupados con el día a día, o el temor que sus observaciones no sean bien vistas o no estar dentro de las prácticas habituales de la cultura corporativa de la Empresa.
Si percibes que esta es la situación en tu organización, debes corregir este error lo más pronto posible.
Debes enfrentarte, en primer lugar, a considerar si tu sitio de trabajo es un área preponderante de desempeño o es de aprendizaje. El seleccionar una u otra opción conlleva a diversas implicaciones:
- En un área de desempeño se está permanentemente trabajando bajo parámetros evaluativos. Los esfuerzos se dirigen a dar resultados que llevan al cumplimiento de las metas trazadas. No hay mucha cabida a la vacilación, duda, o al ensayo y error.
- En un área de aprendizaje hay un margen mayor de tolerancia. Se permite equivocarse, volver a retomar el camino a seguir, luego de haber obtenido una enseñanza de esta experiencia.
Las dos áreas permiten el crecimiento del personal, aunque una tiene menos flexibilidad que la otra. Y en esa búsqueda del desempeño eficiente, se puede perder la posibilidad de los intercambios entre el personal que son los que realmente generan las mejoras.
Resulta muy motivante dar la oportunidad a tu equipo de trabajo de comentar cuáles aspectos pueden ser modificables de manera de lograr una mayor efectividad, de ser realmente parte del equipo y que sus opiniones sean tomadas en cuenta.
Debes crear un ambiente relajado y positivo.
Pero esto no se logra “de la noche a la mañana”. Debes crear un ambiente relajado y positivo. Puedes empezar en esas reuniones semanales donde revisas todos los proyectos y asuntos pendientes.
Es el momento que bajes la presión, haciendo comentarios sobre el trabajo realizado y sus circunstancias. Sé sincero al dar tu opinión, abre el debate mostrando una apertura y actitud proactiva hacia sus puntos de vista y reflexiones. Al principio puede que duden y lo hagan con temor, pero poco a poco se irán sintiendo mucho más cómodos.
Haz de esta práctica una costumbre a seguir y apóyate en los principios del Feedback positivo:
- Ofrece claridad en lo que se debe hacer
- Permítele expresarse con toda sinceridad y apertura
- Haz sólo pocos comentarios
- Fija estándares de progreso
- Dales información genuina de cómo mejorar
- Adáptate a las características personales del empleado
- Evalúa las reacciones que obtienes
- Expresa seguridad en su progreso
- Llega siempre a un entendimiento
- Premia las iniciativas dirigidas a expresarse asertivamente
El Feedback es una poderosa herramienta de educación, y cuando lo usas como una estrategia de empoderar a tu personal, todos salen ganando.
Explora las técnicas con las que funciona este proceso, que en resumen consisten en una conversación crucial entre empleados donde se profundizan todos los aspectos de una situación específica, positivos y negativos, de manera de llegar a un plan de acción conjunto. Y cuyo objetivo final es que ambas partes del proceso comunicacional obtengan un aprendizaje.
Por Albertina Roche.