Si acabas de empezar a aprender “Getting Things Done®”, tal vez hayas leído el libro y ahora estés leyendo esto para profundizar en tu comprensión, o hayas asistido a uno de nuestros cursos y quieras obtener más beneficios de los que ya has descubierto, entonces puede que merezca la pena que te plantees a qué deberías aspirar mientras mejoras tu propia práctica de GTD®.
Tabla de contenidos
¿Cuáles son los beneficios de todo el esfuerzo inicial que debes realizar?
A veces, cuando comento a qué me dedico, me dicen algo así como “GTD®, todo son listas, ¿no?“. Desde este punto de vista, sé que, o bien sólo han leído una breve sinopsis de la obra de David Allen, o bien han intentado utilizarla durante un breve periodo de tiempo y han dejado de hacerlo antes de llegar a experimentar los resultados reales de GTD®, porque no se trata en absoluto de “todo sobre listas“.
En tu primera etapa con GTD®
Ya conocerás los 5 Pasos del Dominio del Flujo de Trabajo y el hecho de que si tienes una Próxima Acción, que no puedes hacer en menos de 2 minutos o delegar en otra persona, debes aplazar esta Próxima Acción para hacerla cuando puedas en el futuro, lo que puede significar añadirla a una lista o a tu calendario.
Del mismo modo, sabrás que si esta Próxima Acción no completa todo, tienes un resultado de varios pasos en tus manos, lo que llamamos un Proyecto, y esto también necesita un seguimiento de alguna manera, de nuevo probablemente en una lista de algún tipo.
Las listas son la forma más habitual de hacer un seguimiento de las Acciones Siguientes y los Proyectos en GTD®
Aunque hay otras formas de externalizar tus compromisos para que puedan mantenerse fuera de tu cerebro, que es un principio básico de la metodología. Algunas personas prefieren crear mapas mentales o dibujos o imágenes en lugar de simples listas planas, especialmente para los horizontes más altos.
De hecho, puedes dibujar tus objetivos y visiones, para poder “verlos” realmente ó utilizar un diagrama de GANT para hacer un seguimiento de los proyectos en columnas de colores y un tablón de anuncios cubierto de fotos o un libro de recortes para representar tus Áreas de Enfoque.
No pretendo discutir el hecho de que los que utilizamos GTD®, probablemente tengamos más listas que los que guardan todas sus necesidades, deseos y anhelos dando vueltas en su cabeza. Simplemente quiero destacar que las listas no son “el objetivo” de GTD®, sino un medio para alcanzar un fin. ¿Pero qué fin?
David Allen utiliza en su libro la metáfora de “La mente como el agua”
Que aprendió mientras era cinturón negro de artes marciales. La idea es que, si estás luchando contra alguien, o si estás luchando contra tu bandeja de entrada, quieres que tu mente esté libre y sea capaz de reaccionar adecuadamente a lo que te lancen, ya sea un puñetazo, o un correo electrónico marcado como urgente con seis archivos adjuntos, dos enlaces y un asunto amorfo.
El agua puede ser tan plana como un estanque de molino o tan violenta como una cascada, siempre reacciona a su entorno de forma proporcional y es capaz de adaptarse a los cambios rápidamente con tendencia a volver a la calma siempre que sea posible.
“Su capacidad de generar energía es directamente proporcional a su capacidad de relajarse”. – David Allen
Esto no significa que todos los GTDers anden constantemente en un estado zen, aunque si quieres alcanzar la paz interior, en cualquier momento, sin duda te ayudará tener todos tus asuntos pendientes externalizados y revisables. Estar plenamente presente, relajado y capaz de concentrarse y adaptarse a todas las actividades en las que se participa es, sin duda, un fin al que hay que aspirar.
“El hombre es casi él mismo cuando alcanza la seriedad de un niño jugando” – Heráclito
Lo otro es confiar en que lo que estás haciendo en cualquier momento, es lo correcto. Esto te ayuda a estar plenamente presente, ya que no te distraerás con preocupaciones de que deberías estar haciendo otra cosa. Si puedes confiar en que lo que haces a lo largo del día es lo correcto para ti, para tu trabajo, para tus compañeros, para tu familia y para tus amigos, entonces esto tiene innumerables ventajas:
- mayor confianza en ti mismo y autoestima,
- más disfrute en lo que estás haciendo,
- la capacidad de desconectar fácilmente al final del día sabiendo que has dado lo mejor que podías hacer, por nombrar sólo algunas.
“Absorbe lo que es útil, rechaza lo que es inútil, añade lo que es específicamente tuyo” – Bruce Lee
Así que, como ves, “Getting Things Done®” no es ciertamente ‘todo sobre listas’
Más bien, puede afectar a tu propia forma de vivir, ayudándote a hacer las cosas correctas y a estar más equilibrado, relajado, contento y comprometido con tu vida y tu lugar en el mundo mientras lo haces. ¡Bien vale la pena aprenderlo!