Durante una presentación, la gente prestará mucha atención a lo que dices y a cómo lo dices. Mientras estás presentando, te has preguntado alguna vez “¿Cómo lo estoy haciendo?”. Aquí te traemos unos tips, para que lo hagas con éxito.
Tabla de contenidos
Grábate practicando antes de tu próxima presentación:
Supongamos que tienes tendencia a utilizar palabras de relleno como: “um”, “ah”, y “ya sabes”; estamos ante la presencia del llamado “graffiti oral” o muletillas. Lo podemos llamar como queramos. Pueden estar al principio, en el medio o a final de una oración; pero en cualquier forma, nos hacen lucir poco profesionales. Algunas personas opinarían que son “naturales” o “conversacionales”, y que no impactan el mensaje, pero es todo lo contrario.
La sensación es la de tener enfrente a un presentador:
- Poco informado
- No instruido
- Confuso
- Con la necesidad de rellenar el tiempo por falta de contenido.
Además, al buscar refuerzo con palabras como “ok”, “vale”, “¿entendiste?”, la impresión que da el presentador es la de ser condescendiente y que confía poco en la habilidad de su audiencia para comprenderlo. La subestima.
Las muletillas son un irrespeto a tu audiencia.
Probablemente la persona maneja bien su parte técnica, pero es un distractor profundo. Y el cliente o la contraparte va a preferir alguien con habilidades comunicacionales comprobadas.
¿Sabes cuáles son tus muletillas? ¿Las reconoces?
La única recomendación que te damos es: ¡Elimínalas!
La manera de hacerlo es la siguiente:
Utiliza tu smartphone para grabarte practicando. Luego reprodúcelo y haz una lista de las palabras de relleno que más utilizas.
- Identifica tus propias muletillas – escríbelas en un papel.
- Advierte / identifica las muletillas que usan otras personas. En televisión, revisa entrevistas o conversaciones casuales: ¿Cuáles grafitis detectas? Escríbelas en un papel.
- Advierte el momento en que estás “a punto” de usarlas. Eso será el principio de su eliminación.
- Busca sinónimos, emplea pausas, corta frases.
- Usa las pausas a tu discreción: es mejor una pausa que una muletilla.
Utiliza estos 5 pasos para ir trabajando en tus muletillas, hasta hacerlas desaparecer. Al enfrentarlas y estar consciente de que las usas, tratarás de controlar su empleo, poco a poco.
Como todo hábito requiere practica para trabajarlas. Parece un gran esfuerzo y lo es, pero vale la pena. Tu mensaje principal será entregado y comprendido de forma fluida. Y la audiencia te percibirá más preparado… ¡hasta que sea un hábito!
Otro aspecto importante para considerar es tu voz.
¿Te has percatado cuál de estos factores es importante al evaluar tu voz?
- Tono
- Pausas
- Inflexiones
- Sin muletillas
- Volumen
Todos estos factores debes tomarlos en cuenta a la hora de evaluar tu comunicación verbal. Tu voz es una de las tres dimensiones de tu presentación:
- El contenido
- Tu cuerpo y
- Tu voz
Las personas asocian la seguridad con una voz potente.
Es importante entonces que conozcas cómo suena tu voz, pues la única manera de mejorarla es oyendo lo que los demás oyen.
Las pausas y las inflexiones son también muy importantes: cuando nos ponemos nerviosos, tendemos a hablar mucho más rápido (para controlar los nervios, para que el dolor pase rápido, para no se capte la situación difícil en la que me encuentro…).
O hacemos justamente lo contrario: hablamos excesivamente lento hasta aburrir y perder la audiencia.
- El tono, la inflexión y las pausas deben ayudarte a fijar de manera óptima tu mensaje.
- Hacer inflexiones y manejar las pausas atrapa la atención del público.
- Manejar las pausas es un arte y, sabemos que no somos expertos cuando nos enfrentamos al mecanismo para superar la inexperiencia en su manejo.
Trabaja para convertir tu voz en un activo potente, en el vehículo para transportar tu mensaje.
Y recuerda que el Presentador Auténtico, conoce la ciencia y el arte de una presentación a través de la práctica continua.
¡Practica, practica y practica!