En el año 2001 estrenan la película: “A beautiful mind” (Una mente maravillosa), la historia del matemático John Forbes Nash Jr. quien, a pesar de sufrir esquizofrenia, logró desarrollar su carrera y obtener el Premio Nobel. La película obtuvo cuatro Premios “Oscar”, entre ellos a la Mejor Película y está basada en la biografía de su vida escrita por Sylvia Nasar.
Especialista en Teoría de Juegos, geometría diferencial y ecuaciones en derivadas parciales, Nash logra obtener el Premio Nobel en 1994 por sus aportes a la teoría de juegos y los procesos de negociación, y el Premio Abel en el 2015.
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Este hombre es un genio…
El profesor Nash realizó sus estudios en las Universidades Carnegie Mellon, Harvard, Chicago y Princeton (USA). La carta de recomendación que le dieron para ser admitido en el Doctorado en Matemáticas de la Universidad de Princeton sólo contenía una frase: “Este hombre es un genio”.
En 1957, un año después de haber contraído matrimonio, es diagnosticado con esquizofrenia. Entra y sale numerosas veces de hospitales psiquiátricos, hasta que decide suspender su tratamiento con fármacos, lo que trae de vuelta sus alucinaciones. Hasta que, aplicando la Teoría: “Todo problema tiene una solución”, decide resolver su problema ignorando por completo sus alucinaciones.
Y así continúa una trayectoria rica en investigaciones, descubrimientos, publicaciones y muchos reconocimientos y premios. A pesar de las adversidades…
Una vez “mente brillante”, siempre “mente brillante”.
En este mismo orden de ideas, el escritor y profesor universitario de la Universidad de Harvard, Howard Gardner, escribió un libro famoso titulado: “Mentes Extraordinarias”.
Es un estudio profundo del ingenio, categorizándolo en la forma siguiente:
- Los innovadores: Los creadores. Los que conciben un campo de conocimiento completamente nuevo.
- Los sintetizadores: Desarrollo de Metodologías novedosas que permiten convertir a las Empresas en Organizaciones de Excelencia.
- Los maestros: Profesionales eminentes que alcanzan los niveles más altos de conocimiento en algún campo en particular.
El Liderazgo Intelectual
Aplicando estas tres categorías al mundo actual de las empresas, el creador de: “Desarrollo de Clientes de por Vida”, Andrew Sobel, establece que, para lograr una relación duradera y productiva con un cliente, se debe trabajar duramente en el Liderazgo Intelectual.
Un líder intelectual es percibido por sus clientes como el poseedor de ideas, estrategias y perspectivas ingeniosas en una importante área de negocios.
En otras palabras, este tipo de líder es alguien que se reconoce públicamente como una verdadera autoridad en un área específica de especialización. Este reconocimiento debe generarse en su propio nicho de mercado de los clientes. Con el paso del tiempo, y en el mejor de los casos, esa realidad será conocida entre competidores, colegas, medios de comunicación y otras instancias.
Las evidencias de este liderazgo intelectual suelen ser:
- Relevancia: Ideas significativas, importantes
- Originalidad: Sin reproducir conceptos de otras personas
- Accesibilidad: Divulgar sus ideas ampliamente en diferentes medios de comunicación
- Grado de Exposición: Estar siempre en la mira de los clientes actuales y potenciales
- Elaborador de Normas: Establece nuevas “reglas de juego”
Las fuentes para desarrollar este Liderazgo Intelectual, según Sobel, son muy variadas. Desde aprovechar nuestra propia experiencia y la de nuestros clientes, como la de ser un investigador asiduo y preocupado. Con una actitud de “Aprendiz Permanente”.
Los desafíos a superar se refieren a estar en un permanente desarrollo de nuestro talento.
El saber usar los canales de distribución disponibles. Y abrirse camino entre el caos logrando que nuestras ideas atraigan la atención que se merece.
Así establecerás una relación ganar- ganar con tu cliente, quien siempre te buscará, no como un Experto, sino como un Consejero Confiable: A su lado, ayudándole a alinear su orden de prioridades y soluciones efectivas. Porque nuestras ideas -la esencia del liderazgo intelectual- actúan como imanes para atraer a nuestros clientes.
- ¿Estás en el camino idóneo para potenciar tu mente?
- ¿Para lograr ser reconocido como una Mente Brillante?
Dedícate a convertirte en un Líder Intelectual. ¡Bien vale el esfuerzo!
Por Albertina Roche.