La Revisión Semanal de GTD® es el lugar en el que ves qué tareas has completado esta semana, en qué actividades se ha invertido el tiempo, dónde hay asuntos “en espera” que se han desbloqueado y, lo más importante, cuánto has avanzado cada proyecto. Esta debería ser la forma en que se juzga el trabajo, y nada de esto se relaciona con la forma en que se hizo el trabajo.
Para muchos, el trabajo no se ve como hace un par de años, porque es más difícil verlo realizarse ahora que ya no estamos acorralados en masa en los espacios de las oficinas. A algunos directivos y, por extensión, a sus organizaciones les resulta incómoda esta menor visibilidad, pero no tiene por qué ser así si las personas están equipadas con las herramientas que les ayuden a mantenerse centradas en las cosas correctas y a informar sistemáticamente sobre los progresos realizados en esas cosas. Si esto se lleva a cabo, se ayuda a llenar la brecha de confianza que a menudo impulsa el malestar organizacional y la visibilidad de la actividad comenzará a importar menos.
Importará menos que las personas gestionen su trabajo en torno a su vida y sus preferencias personales…
Si son capaces de hacer avanzar las cosas con independencia de ello. Los padres que trabajan y los noctámbulos, no tienen por qué verse perjudicados por las antiguas normas.
Importará menos que la gente esté en la oficina, en casa o en la playa en un momento dado si es consciente de sus compromisos y gestiona activamente las actividades necesarias para cumplirlos, incluido el mejor lugar para realizarlos.
La forma en que las personas decidan gestionar su energía mental, física y creativa importará menos si cumplen con lo que se les paga. Si la chispa creativa de esa presentación tan buena surgió en un paseo con el perro a media tarde que se hizo con ese objetivo en mente, ¿entonces qué?
Debido a la pandemia, nos hemos visto obligados a recorrer un largo camino en los últimos dos años en términos de probar los límites de dónde, cuándo y cómo hacemos las cosas y, a pesar de la presión en algunos sectores para volver a los viejos patrones de trabajo, pocas personas quieren volver a lo que teníamos antes.
Hemos visto que formas más flexibles de vivir y trabajar ya no son sólo un sueño. En palabras de Martin Luther King, hemos llegado a la cima de la montaña y hemos visto la Tierra Prometida.
